Para ayudarlas a evitarlo, en esta nota compartimos estrategias que muchas mamás usan para ahorrar:
1- “Reciclar” los útiles del ciclo escolar pasado: revisar la casa porque siempre quedan cosas en buen estado en el cajón de los juguetes, en el escritorio, etc.. y pueden reutilizarse: tijeras, reglas, gomas, lapiceras, lápices de colores y demás. También en ocasiones quedan cuadernos con varias hojas sin usar, forrándolos y quitando las hojas usadas sirven otra vez.
2- Organizarse con las mamás del curso o salita para hacer una “compra comunitaria” en un mayorista. Dividirse las tareas para que sea más fácil: algunas pueden encargarse de recaudar el dinero, otras de ir al mayorista a comprar y otras de repartir todo entre las mamás.
3- Comprar con tiempo: no esperar hasta último momento para comprar los útiles porque así es difícil buscar buenos precios. También, previendo posibles aumentos, adelantarse e ir comprando lo que se pueda en octubre o noviembre. Si no es posible comprar con tanta anticipación, esperar los descuentos que ofrecen algunos bancos o tarjetas de crédito cuando se acercan las clases.
4- Ajustarse a un presupuesto: tener un límite permite organizarse mejor con las compras y no gastar de más. Compartir con los chicos este presupuesto y pedirles que ayuden para no excederse les enseñará el valor de las cosas y cómo administrar el dinero.
5- Caminar para encontrar precio: comparar los precios de la librería del barrio con los del supermercado (que a veces tiene descuentos) y con los de una librería más grande y evaluar dónde conviene comprar y qué lugares dejar para las compras más chiquitas durante el año.
6- Priorizar calidad en vez de marca: la marca puede ser garantía de calidad, sin embargo, hay productos de marcas menos conocidas que pueden ser igual de buenos. Tenerlos en cuenta ayuda a ajustarse al presupuesto.
7- Invertir en una buena mochila y en una buena cartuchera: tal vez hoy es un gran gasto, pero una buena mochila puede durar varios años, lo que significa un ahorro a largo plazo. También, elegir una buena cartuchera es clave para evitar reponerla a mitad de año.
8- Para ahorrar tiempo, comprar por internet puede ser la salvación para las más ocupadas.
1- “Reciclar” los útiles del ciclo escolar pasado: revisar la casa porque siempre quedan cosas en buen estado en el cajón de los juguetes, en el escritorio, etc.. y pueden reutilizarse: tijeras, reglas, gomas, lapiceras, lápices de colores y demás. También en ocasiones quedan cuadernos con varias hojas sin usar, forrándolos y quitando las hojas usadas sirven otra vez.
2- Organizarse con las mamás del curso o salita para hacer una “compra comunitaria” en un mayorista. Dividirse las tareas para que sea más fácil: algunas pueden encargarse de recaudar el dinero, otras de ir al mayorista a comprar y otras de repartir todo entre las mamás.
3- Comprar con tiempo: no esperar hasta último momento para comprar los útiles porque así es difícil buscar buenos precios. También, previendo posibles aumentos, adelantarse e ir comprando lo que se pueda en octubre o noviembre. Si no es posible comprar con tanta anticipación, esperar los descuentos que ofrecen algunos bancos o tarjetas de crédito cuando se acercan las clases.
4- Ajustarse a un presupuesto: tener un límite permite organizarse mejor con las compras y no gastar de más. Compartir con los chicos este presupuesto y pedirles que ayuden para no excederse les enseñará el valor de las cosas y cómo administrar el dinero.
5- Caminar para encontrar precio: comparar los precios de la librería del barrio con los del supermercado (que a veces tiene descuentos) y con los de una librería más grande y evaluar dónde conviene comprar y qué lugares dejar para las compras más chiquitas durante el año.
6- Priorizar calidad en vez de marca: la marca puede ser garantía de calidad, sin embargo, hay productos de marcas menos conocidas que pueden ser igual de buenos. Tenerlos en cuenta ayuda a ajustarse al presupuesto.
7- Invertir en una buena mochila y en una buena cartuchera: tal vez hoy es un gran gasto, pero una buena mochila puede durar varios años, lo que significa un ahorro a largo plazo. También, elegir una buena cartuchera es clave para evitar reponerla a mitad de año.
8- Para ahorrar tiempo, comprar por internet puede ser la salvación para las más ocupadas.
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